El principio del fin (Dollhouse, temporada 2)

Comenzar a escribir una entrada siempre es complicado, sobre todo si vas a expresar la opinión sobre algo que te ha gustado y marcado, como nos ha pasado con esta serie. En la review de la primera temporada quedó bastante claro que somos unas fans de esta serie, pero de nuevo Whedon consigue que nos enamoremos más de la historia y sus personajes, además de crear un final que no tiene que envidiar nada al de otras series que tuvieron más temporadas y capítulos para desarrollar su trama. Recomendamos que LEÁIS CON MUCHA PRECAUCIÓN si aún no habéis visto la primera temporada, ya que no somos responsables de que se nos vaya algo la mano con los spoilers, aunque se hará lo que se pueda. 

En esta temporada se continúa con la trama del tráfico de muñecas como en los capítulos anteriores y vemos como se va complicando la historia poco a poco. En el “Epitafio 1” ya habíamos echado un vistazo al futuro apocalíptico que nos esperaba en el final de la serie, y aquí vamos a descubrir los hechos que conducen a la caída de la casa y al verdadero propósito de Rossum.

Lo primero que queremos señalar es que son muy visibles las diferencias entre la primera y la segunda temporada. Tras la cancelación y sin tener que atender a las restricciones de la cadena, los guionistas pudieron dedicarse a desarrollar la trama libremente. Lo cierto es que esto último se nota, ya que los capítulos dejan de ser autoconclusivos , caso tras caso al más puro estilo CSI, a una trama más cohesionada, mostrándonos una historia más compleja y crítica.

Ya os presentamos los personajes en nuestra anterior entrada, pero tenemos que volver a hablar de ellos porque, como todo en el universo Whedon, muchos de ellos sufren una gran evolución. De hecho, en esta temporada, los personajes mejoran, y mucho. A pesar de algunos comentarios que afirman que es imposible llegar a empatizar con los personajes o elegir uno favorito, nosotras opinamos lo contrario. Los acontecimientos ocurridos en esta entrega hacen que se les coja cariño a personajes que eran más o menos odiables. Este era el caso de Adelle, la cual al principio no despertaba demasiada simpatía en nosotras, pero que poco a poco fuimos comprendiendo el por qué de sus acciones y su importancia en la serie.

Como ya hemos visto en el premonitorio “Epitafio 1”, Echo se va a establecer como la líder de la rebelión en contra de la Dollhouse y de Rossum y va a tener que afrontar las consecuencias de haber tenido tantas “improntas” en su mente. Eliza Dushku ha sido muy criticada y muchos han dudado de sus dotes interpretativas. No estamos de acuerdo con esa afirmación, ya que en el primer capítulo de esta segunda temporada se puede ver donde empieza Echo y dónde comienzan las demás improntas además de regalarnos momentos emotivos que de verdad nos han puesto los pelos de punta. El papel que se le ha dado a Eliza es de alta dificultad y, a nuestro modo de ver, ha sabido defenderlo.

Enver Gjokaj también ha hecho una buena temporada, y eso que su papel ha sido complicado. No sólo ha tenido que interpretar a “Victor” el activo, sino también a su verdadera personalidad antes de estar en la Dollhouse, a un asesino en serie y a una estudiante sin perder credibilidad. Hasta en una ocasión también ha tenido que encarnar a Topher Brink, llegando a copiar a la perfección los gestos y expresiones del otro actor. 

Gran parte de la evolución de Victor está ligada a Sierra, la cual ha protagonizado uno de los mejores capítulos de la segunda temporada: “Belonging”.  Conocemos el trágico pasado de Sierra, lo cual le da la oportunidad a Dichen Lachman de lucirse con su papel. Pero sin duda lo que encontramos más interesante de estos dos personajes es la relación que hay entre ellos,  la cual recuerda a la historia entre Joel y Clementine en una de nuestras películas favoritas: Olvídate de mí. Nos deja ver que aquello que los une es algo que va más allá de la identidad y los recuerdos personales, es algo más profundo, ligado a instintos más antiguos como la supervivencia. Su relación va más allá de ser la “parejita de la serie” y nos dejan momentos emotivos, divertidos y épicos para el recuerdo. 

Como hemos dicho en la anterior entrada, en la primera temporada nos presentan a Topher Brink como el típico personaje nerd que hace comentarios graciosos, muy usado en las series americanas, sobre todo en las de tipo policial. En el "Epitafio 1" nos recuerdan que estamos equivocados y vemos que es uno de los personajes más trabajados de la serie. De hecho, en la segunda temporada, en concreto en “Belonging”, vemos a un Topher que comienza a cuestionarse sus propios principios morales y si lo que hace en su trabajo está bien. Asimismo se muestra que según va descubriendo su parte humana, va también encaminándose a su inevitable destino. Hay que destacar el buen trabajo de Fran Kranz a la hora de ir introduciendo el cambio en el personaje, que va desde el niño genio con una personalidad que se acerca a la sociopatía a una persona consumida por su culpabilidad y por las pérdidas que tiene que sufrir a lo largo de la serie.

Una de las relaciones más interesantes de la segunda temporada de Dollhouse es la que hay entre Adelle y Topher, muy semejante a la que puede haber entre madre e hijo. Vemos entonces la parte más protectora de la líder de la casa y descubrimos que no está hecha de hielo por así decirlo. Así, Adelle pasa de ser ese personaje que al principio solemos etiquetar como “el villano” y no despierta simpatía en ti, pero que poco a poco te hace cambiar de opinión. Tanto los guionistas como Olivia Williams han hecho un buen trabajo con este multidimensional personaje, el cual pasa de ser líder a una subordinada solitaria.

Claire Saunders realmente sufrió el cambio al descubrir quién realmente era en el final de la primera temporada. Vemos que descubre su condición de "activa" y eso le empuja a hacerse muchas cuestiones sobre su vida. También queremos destacar el trabajo de Amy Acker a la hora de interpretar tantos papeles en esta temporada sin dejar de ser creíble.

 

 

 

 

Alexis Denisof es uno de los actores fetiche de Joss Whedon y no podía faltar en esta serie. Aquí interpreta al senador Daniel Perrin. Se nos presenta como el tradicional personaje político estadounidense. Más adelante los creadores nos recuerdan que otra vez nuestras suposiciones son erróneas y no sólo su personaje sufre un gran giro argumental, si no que es una de las piezas claves de la trama.

Otro personaje que también nos ha gustado mucho es el de Bennett Halverson, interpretada por Summer Glau, actriz que ya ha trabajado con Whedon anteriormente. Es la empleada de la Rossum Corporation, con un carácter inestable psicológicamente y una inteligencia superior. Es entonces la versión femenina de Topher y que va a tener mucha importancia en la evolución de éste último. Es otra pequeña pieza del puzle que es Dollhouse, ya que además va a tener mucha relación con el personaje de Echo/Caroline.

La serie culmina con el "Epitafio 2", un episodio brillante y trepidante, en el cual descubrimos el fin de la historia de estos personajes. No debemos de olvidar que esta serie es de Joss Whedon, por lo que no vamos a ver un final feliz, si no un final agridulce que nos dejará en shock unos cuantos días.

Es entonces una serie que definitivamente hay que ver porque es Joss Whedon en estado puro.  Una pena que haya tenido una vida tan corta debido a la poca aceptación entre el público y por parte de la cadena. Nos da la sensación de que sólo tienen aceptación las series con temas como los límites de la ciencia o la prostitución cuando se tratan de forma frívola o superficial y aquellas que son más críticas y duras son rechazadas.

¿Más o menos de lo mismo? Menos de lo mismo, por lo innovadora que es, por los temas que trata, por el brillante casting y por los sorprendentes giros argumentales. Aunque se trate de una serie de corta duración, sin dudar un momento os la recomendamos.

Valoración: 9/10

Imágenes: Tumblr.