Desde el momento mismo en que conocí la existencia de este
libro, supe que no pasaría mucho tiempo antes de leérmelo. Tras la pequeña
decepción que me supuso Grey, una reseña en clave de humor acerca de este,
parecía una buena opción. Y no ha sido para menos.
Por un lado Grey, con sus cincuenta sombras, es el hombre
anhelado por todas, ese príncipe azul que los cuentos infantiles nos instan a
buscar. Por el otro Gregorio, con sus cincuenta sombras, es el “hombre” (por no
decir bestia) real y local, ese que nos atemoriza en nuestro día a día, con el
que compartimos lecho y del que queremos huir despavoridamente. Una vez
conocidos los contendientes, es hora de iniciar el combate. Básicamente esto es
todo. La autora nos muestra el “hombre real”, con sus errores, con sus
desplantes y con sus malos olores. O eso dice ella…
Al leer el libro no puedes evitar pensar en la autora como
una amargada que odia a los hombres, porque nos presenta al género masculino
como un auténtico ogro (de hecho, Shrek a su lado parece el Príncipe Encantador).
A pesar de todo, el libro se hace muy ameno.
Consta de cincuenta capítulos e introducción, de apenas una página o dos
cada uno, en los cuales se nos van desmontando cada una de las cincuentas
sombras de estos personajes.
En la primera parte de los episodios hace una pequeña
crítica del Penis Greyensis (también
conocido como Grey) para a continuación, explicarnos lo que su Penis Gregorensis (alias Gregorio) haría
en la misma situación. La verdad es que desde el momento en que lees la primera
línea, una sonrisa asoma a tu cara y no puedes evitar reírte a cada página.
Así pues, este libro parece una lucha de tópicos. Trata de
criticar al maravilloso Grey a través del horroroso Gregorio. Tanto es así, que
eleva los topicazos masculinos a su máxima expresión, restando así veracidad a
la supuesta reseña y haciendo que lo que en principio parecía una buena e
ingeniosa crítica sea un libro que te deja con un amargo regusto de feminismo barato.
Decir que te lees el libro en menos de un suspiro y la
verdad, es que para desconectar una tarde es una magnífica opción, sin tener
porque convertirse en uno de los imprescindibles de nuestra biblioteca. Sin
embargo, creo que el ideal tan alejado que tiene la autora de los hombres de
hoy en día, hace que esta obra pierda calidad, quedando en una mera sátira
humorística.
Puntuación: 6/10
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