No todo en esta vida es ceñirse a lo que dictan las listas de éxitos. En ocasiones se agradece salir de los best sellers y descubrir nuevos libros e historias. Títulos que pocos más conocen, escoger uno al azar, por la portada o por la sinopsis, lo mismo da y embarcarse en nuevas historias fruto de autores en la sombra.
También es cierto que esto es un arma de doble filo, tan
pronto te encuentras con uno de los libros más interesantes de los últimos
meses como con auténticos bodrios que te hacen sentir ganas de patearte el
hígado a ti mismo por tan desacertada elección, y precisamente esto, es lo que
me ha ocurrido en esta ocasión.
ARGUMENTO
Las fuerzas del mal se mantienen alejadas de nuestro mundo
gracias a la existencia de la Alianza, un grupo de hechiceros que se encargan
de mantener a raya a las huestes demoníacas. Sin embargo, todo cambia la noche
en que Ciarran, durante un combate, topa con Clea, una niña que acaba
de sufrir un accidente y que absorbe parte de su poder para sanarse a sí misma. Veinte años después,
estos dos personajes se reencuentran y acaban convertidos en el objetivo de las
legiones del mal.
Un argumento bastante atractivo, al menos para mí, tan
fanática de lo sobrenatural. Sin embargo, a medida que vamos leyendo, vemos que
en realidad, la épica batalla bien-mal, no es más que una excusa para el
desarrollo de la historia de amor entre Ciarran y Clea. Vamos, que lo que nos
venden como un libro de marcada temática fantástica no es más que una
novela romántica que busca una historia entretenida como telón de fondo entre
besuqueos, arrumacos y encamamientos.
PERSONAJES
Ciarran, un hechicero de la luz, que mantiene encerrado en
su cuerpo un pequeño pedazo demoníaco, y Clea, una joven forzada a luchar por
subsistir desde la muerte de sus padres componen el dúo principal. Un dúo
irremediablemente aburrido.
Me gusta mucho la conexión inicial entre ambos personajes,
la forma en que se conocen y se inicia su historia, pero hasta ahí mi halago.
Son unos personajes terriblemente sosos y muy planos. La evolución de ambos es
harto predecible y que a pesar de estar envueltos en una gran batalla solo
saben pensar en una cosa (y no, no piensan en demonios).
ESTILO
La historia se narra de forma alternativa desde el punto de
vista de Ciarran y Clea, siendo un buen método para administrar la información
de forma sesgada y permitiéndonos ver la historia desde dos perspectivas. La
del que todo lo sabe y la de la que todo lo desconoce. Pero para mi gusto, la
autora se va demasiado por las ramas, y se desvía mucho del argumento
central, haciendo el libro excesivamente largo, pesado y aburrido.
Por otra parte, uno de los puntos que critico, es la
excesiva importancia que se da a la temática erótica, pero aún así, desde el
punto de vista de ese género, seguiría sin convencerme, pues las escenas son
poco imaginativas y se hacen excesivamente aburridas, repitiendo una y otra
vez, casi con las mismas palabras lo mismo.
CONCLUSIÓN
Creo que poco más puedo decir, y la conclusión es realmente
sencilla. Honestamente, es un libro que no os aconsejo, ni para pasar el rato
en una horrorosa tarde de aburrimiento.
Puntuación: 3/10
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